sábado, 29 de noviembre de 2025

August Underground: el descenso más enfermizo del cine extremo

 Hay películas que buscan asustarte, otras que pretenden perturbarte, y luego está August Underground, una experiencia que no solo desafía los límites del horror… sino también los del estómago.


Dirigida por Fred Vogel en 2001, esta cinta se convirtió en uno de los títulos más infames del cine underground estadounidense. Olvida los efectos especiales y los monstruos sobrenaturales: aquí, el monstruo es humano, y lo que ves parece grabado con la cámara de un psicópata real.



El falso snuff que parecía real

En plena era del VHS, cuando el realismo aún podía confundirse con verdad, August Underground circuló como una supuesta cinta snuff —ese tipo de video prohibido donde alguien es torturado y asesinado ante la cámara—. La película muestra a dos asesinos disfrutando de sus crímenes con una naturalidad escalofriante, grabándolo todo con una cámara casera, sin guion, sin estructura… solo pura degradación.


Su estética sucia y su fotografía granulada no son casualidad: Fred Vogel y su equipo buscaron recrear la crudeza del video amateur para hacerlo más verosímil. El resultado fue tan convincente que incluso el propio Vogel fue arrestado en Canadá bajo sospecha de haber filmado un asesinato real.


Una experiencia, no una historia

No hay narrativa en el sentido tradicional. No hay héroes, ni moralejas. August Underground es más bien un viaje a la mente enferma del asesino. La cámara se mueve entre vísceras, risas psicóticas y un ambiente tan nauseabundo que pocos llegan al final sin apartar la vista.


Esto no es cine para entretener. Es cine para poner a prueba tus límites.

Y quizá por eso se convirtió en leyenda.


De la repulsión al culto

Pese (o gracias) a su infamia, August Underground dio origen a una trilogía que incluye August Underground’s Mordum (2003) y August Underground’s Penance (2007). Juntas forman una especie de descenso progresivo a la locura, donde el horror deja de ser ficción para convertirse en un espejo de la violencia humana.


La saga fue prohibida en varios países, retirada de festivales y censurada en tiendas, pero eso solo alimentó su fama. Con los años, se transformó en una pieza de culto, una referencia obligada para los fanáticos del cinema extremo y del gore experimental.


¿Por qué verla hoy?

Porque August Underground no solo es una película: es un reto.

Es un recordatorio de que el terror puede ir más allá del entretenimiento, hasta tocar territorios incómodos, donde el espectador se convierte en cómplice de lo que mira.


Si crees haberlo visto todo —de Martyrs a A Serbian Film—, August Underground te demostrará que aún quedan límites por cruzar… y que algunos quizá es mejor no hacerlo.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Animale: fuerza, deseo y la amenaza latente en Camargue

Con Animale, la directora francesa Emma Benestan nos traslada a Camargue, una región donde la tradición taurina marca el pulso de la vida local. En este entorno dominado por la fuerza y la resistencia, la cineasta coloca en el centro a Nejma, una joven que desafía la hegemonía masculina para perseguir su sueño: convertirse en la gran figura de las competiciones anuales de toros.



La película se mueve con naturalidad entre el realismo social y los ecos del thriller, combinando la crudeza de los entrenamientos con una tensión cada vez más palpable en el aire. Cuando varias desapariciones misteriosas sacuden al pueblo, los rumores de que una bestia salvaje acecha funcionan como metáfora de los miedos colectivos y de las amenazas que pesan sobre quienes osan romper con lo establecido.

Benestan explora con sutileza la intersección entre género, poder y tradición. Nejma no solo lucha contra toros: también combate el peso de un mundo que le recuerda constantemente que no pertenece allí. En ese choque, la película encuentra su núcleo emocional y político, revelando la vulnerabilidad y, al mismo tiempo, la obstinación de su protagonista.

La dirección apuesta por un lenguaje visual cargado de tensión: los planos cerrados sobre los cuerpos en movimiento, la tierra que se levanta en la arena, el silencio expectante antes de cada enfrentamiento. Todo contribuye a generar una atmósfera inquietante que envuelve tanto la competición como la amenaza externa que se cierne sobre la comunidad.

Animale logra ser a la vez un drama de emancipación y un relato de suspenso. La lucha de Nejma no se limita a conquistar la arena: también implica enfrentarse a las narrativas heredadas y a los monstruos —reales o imaginados— que acechan desde la sombra.

Con este largometraje, Emma Benestan consolida una voz cinematográfica que sabe dialogar con la tradición y la subversión, ofreciendo un cine que interpela, emociona y deja resonando la pregunta: ¿de qué bestias, visibles e invisibles, necesitamos liberarnos?



Rotten Tomatoes:

https://www.rottentomatoes.com/m/animale