Las Mejores películas de guerra
El género bélico es el género artístico al que pertenecen algunas películas y series de televisión en el que centran su historia en guerras. Desde su invención, quedó patente que el cine podía ser un medio que permitiese llegar a grandes cantidades de gente de una manera rápida y relativamente sencilla. Estas cualidades convirtieron el invento de los hermanos Lumière en una herramienta al servicio de los gobiernos y de sus servicios de propaganda.
Ya en la guerra civil española, ambos bandos utilizaron artistas para labores de comunicación o el refuerzo de la moral de combatientes y civiles, pero fue el bando sublevado, el que gracias a la influencia germana más fuerte apostó por el celuloide como canal para la distribución de sus doctrinas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los países beligerantes siguieron utilizando la gran pantalla como una vía para transmitir a sus tropas y habitantes el devenir de la campaña y conciencia de las necesidades para la victoria en el conflicto. Estos mensajes, generalmente en forma de noticiario, dieron un salto cualitativo en los EE. UU, donde se decidió utilizar el enorme potencial que ofrecía Hollywood, como una gigantesca agencia publicitaria.
En esta época, numerosos actores y directores contribuyeron al esfuerzo de guerra, realizando su trabajo habitual, ya fuese animando a las tropas o realizando documentales o películas que sirviesen para elevar la moral de los estadounidenses. El tipo de cine realizado en aquellos momentos está cargado (de un contenido propagandístico) y en las películas se tiende a mostrar el heroico sacrificio de los militares estadounidenses y sus aliados al hacer frente a las malvadas potencias del eje, enemigas de la paz, la democracia y la libertad.
Tras la guerra, el género bélico pierde su fuerza y no es hasta después de transcurridos unos años, cuando en los 60 una serie de grandes producciones que recreaban las grandes batallas de la contienda vuelven a revitalizar este tipo de cine. Las películas de esta época ya no hacen tanto hincapié en el sacrificio, aunque sí nos siguen mostrando a sus protagonistas como unos héroes convencidos de la bondad de sus creencias y seguros de que están haciendo lo correcto para mejorar el mundo.
Otra vez, debido a la impopularidad de la guerra de Vietnam, el tema bélico cae, y no es hasta los 80 cuando vuelve a resurgir, al principio con películas más cercanas a la aventura en la que el héroe estadounidense vence en la pantalla como no pudo hacerlo en la selva.
A mediados de esa década y ya en los 90 surge una nueva corriente, que deja un poco de lado el conflicto, que se convierte en el escenario y se centra en el soldado como persona, el cual tiene sentimientos y temores, además de numerosas dudas morales sobre la corrección de las acciones que se ve obligado a realizar. En este nuevo tipo de películas se observa la guerra y sus consecuencias con mucha mayor crueldad que en sus predecesoras, quién sabe si con la intención de aleccionar al espectador sobre la necesidad de que los conflictos armados queden únicamente en el cine y los libros de historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario